Comúnmente se piensa que la artritis es solo una enfermedad de las personas mayores. Sin embargo, la realidad es diferente. Según cifras del Colegio Estadounidense de Reumatología, al menos uno de cada 1.000 niños desarrolla algún tipo de artritis crónica1. Una de ellas es la artritis idiopática juvenil y es la más frecuente en niños menores de 16 años2.
La artritis idiopática juvenil puede causar dolor, inflamación (puede darse en una única articulación - monoarticular- o en varias -poliarticular-) y rigidez articular persistentes. Algunos niños podrían experimentar síntomas durante unos pocos meses solamente, mientras que otros presentan síntomas por muchos años. Algunos tipos de artritis idiopática juvenil pueden causar complicaciones graves, por ejemplo, trastornos de crecimiento, daño articular e inflamación ocular. El tratamiento se centra en controlar el dolor y la inflamación, mejorar la función y prevenir el daño3.
Los niños con artritis no siempre se quejan de dolor, por lo que puede ser difícil saber si sus articulaciones están inflamadas (enrojecidas, hinchadas y calientes al tacto). A veces, la rigidez del niño al despertar o alguna dificultad para usar un brazo o una pierna son algunas de las únicas pistas iniciales. En otros casos, es posible que no haya más signos que una articulación inflamada o alguna pérdida de movimiento4.
Conozca algunos de los síntomas más frecuentes de la artritis idiopática juvenil5:
Dolor. Aunque el niño no se queje del dolor, es posible notar que cojea, especialmente apenas se levanta a la mañana o después de una siesta.
Hinchazón. Es común que las articulaciones se hinchen, pero a menudo se nota primero en las articulaciones más grandes, como la rodilla.
Rigidez. Es posible que el niño parezca más torpe que lo habitual, especialmente por la mañana o después de las siestas.
Fiebre, ganglios linfáticos inflamados y sarpullido. En algunos casos, puede haber fiebre alta que puede presentarse en forma sistémica y aparece como picos de fiebre en horas similares por hasta 2 semanas. Puede haber, además, inflamación de los ganglios linfáticos o un sarpullido en el tronco, que suele empeorar por las noches.
Al igual que otras formas de artritis, la artritis idiopática juvenil se caracteriza por períodos en los que los síntomas se intensifican y otros en los que pueden ser mínimos. A pesar de ello es importante vigilar los síntomas y buscar atención médica adecuada para reducir el riesgo de experimentar las siguientes complicaciones6:
Problemas oculares. Algunos tipos pueden causar inflamación ocular. Si esta afección se deja sin tratar, podría provocar cataratas, glaucoma e incluso ceguera. La inflamación ocular a menudo se manifiesta sin síntomas; por ello, es importante que un oftalmólogo examine periódicamente a los niños con esta afección.
Problemas de crecimiento. La artritis idiopática juvenil puede interferir en el crecimiento y desarrollo óseo del niño.
La AJI debe atenderse de forma multidisciplinaria. Esto permite combinar estrategias, desde opciones terapéuticas, terapias físicas y cirugías, que buscan aliviar el dolor y la inflamación, mantener el movimiento y la fuerza total, para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta condición7.
Tomado de: Juvenile Arthritis. Disponible en:
Tomado de: Childhood Arthritis. Disponible en:
Tomado de: Artritis Idiopática Juvenil. Disponible en:
Tomado de: Childhood Arthritis. Disponible en:
Tomado de: Artritis Idiopática Juvenil. Disponible en:
Ibid.
Tomado de: Artritis Idiopática Juvenil. Tratamiento. Disponible en:
Este sitio web contiene información sobre productos que está dirigida a una amplia audiencia y podría contener datos o información que no es accesible o válida en su país. Tenga en cuenta que nosotros no tomamos ninguna responsabilidad si usted accede a información que pueda no cumplir con cualquier proceso legal, regulada, registrada o el uso en el país de su origen.