Montar bicicleta es uno de los pasatiempos de Ernesto Mancera, un paciente colombiano al que, en febrero de 2020, le diagnosticaron Esclerosis Múltiple, una enfermedad huérfana que se convierte en una noticia impactante para él y su familia en medio de la llegada del COVID-19 a nuestro país.
Uno de los primeros síntomas que identificó fue la gran debilidad que sintió en sus piernas. Perdió mucha fuerza en sus extremidades inferiores, hasta llegar a no poder caminar ni moverse con tranquilidad, por lo que tuvo que dejar de lado su pasión por la bicicleta.
Para Ernesto, la situación fue manejada inicialmente con relajantes musculares y con terapias, sin tener mucho éxito. Finalmente, un neurólogo consideró que estas dolencias se debían a algo más allá de un deporte y le pidió a Ernesto realizarse otro tipo de exámenes diagnósticos, gracias a los cuales descubrieron que padecía de Esclerosis Múltiple.

Su familia ha sido fundamental en este proceso. Es su soporte y compañía en todo momento y lo apoyan en días en que su condición presenta su cara más dura, una en la que particularmente su visión y su movilidad se ven muy comprometidas. “Es una enfermedad muy variada, hay días en que me agito y me agoto mucho”.
En el marco del Día Mundial de las Enfermedades, personas como Ernesto, envían un mensaje a todos los pacientes que recientemente han sido diagnosticados con esta patología: “La esclerosis múltiple es una enfermedad de mucha paciencia, es importante conocerla y seguir las indicaciones del tratamiento. Es fundamental, además, estar muy pendiente de cualquier síntoma nuevo que se presente para detectarlo a tiempo”.
#RarasyVisibles
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La persona que aparece en este testimonio es paciente perteneciente al programa de pacientes de Roche - Tiempo de Vivir. Su participación fue voluntaria y no recibió compensación o retribución económica alguna
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